El periodista soviético Ovtchinnikov escribe en sus recuerdos del Japón: “Aquí se cree que es el tiempo en sí el que trae a la luz la esencia de las cosas. Por este motivo, los japoneses ven en las huellas del crecimiento un encanto especial. Por eso les fascina el color oscuro de un viejo árbol, una piedra horadada por el viento, o incluso los flecos, testigos de las muchas manos que tocaron un cuadro en sus bordes. Estas huellas del envejecimiento denominan “saba”, palabra que traducida textualmente significa “roña”. “Saba” es la roña inimitable, el encanto de lo viejo, el sello, la pátina del tiempo.”
2 comentarios:
Me han gustado mucho las fotografías que has publicado sobre el balneario de Banyoles, tienen una atmósfera muy especial, evocadora y sobre todo el azul…
Azul bajo el cielo,
sobre la tierra,
con la profundidad de silencio,
con la cercanía del presente.
Azul que cambia,
y se expresa,
en el transcurrir del tiempo,
en la quietud del Alma.
Moltes gràcies, aquestes paraules són precioses.
Fins dijous!
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