miércoles, mayo 23, 2007

Levantar la materia

Modelar el barro, sumergirme en aquella materia me daba como una sensación de vértigo. Quería lanzarme, pero el miedo a equivocarme era mayor. Luego mi deseo de salir victoriosa ante esa lucha de poderes hizo que me impaciente. Sentía la necesidad de plantarle cara al barro y hacerle saber que ahí estaba yo para convertirlo en lo que mis manos deseen.

En el transcurso de las clases, aquella pieza de barro fue adquiriendo la forma, el volumen, y las proporciones adecuadas, luego de mil y una correcciones. Equivocarme una y otra vez me sirvió para mirar las cosas de otra manera, de una manera más positiva quizás: corregir es aprender, y aprender es mejorar.
Gracias a esto puedo afirmar que la constancia es la base de cualquier aprendizaje, y que con esfuerzo y a mi ritmo, seguiré con las manos en el barro, levantando la materia.

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