miércoles, mayo 30, 2007

Un porqué del arte


Con el afán de entender nuestro entorno, empezaron a surgir las primeras construcciones artísticas. Situando la realidad en otro plano, mirando las cosas desde una doble perspectiva; interior (porque indagamos en las ideas i porque nos las hacemos nuestras) i exterior (porque es el medio sobre el que trabajamos, i porque es complicado separar el arte de su carácter representacional).

Así pues, preguntarnos que es el arte, entendiendo que éste sea una suerte de sucesión de representaciones de la misma vida, es tan difícil como responder al porqué de la vida. Tal como se nos hace difícil definir una vida en palabras, pues éstas pertenecen al discurso de una realidad en la que nos vemos inmersos, sino ahogados; también nos es igual de díficil explicar que nos sugiere una obra.

Cabe pensar, pues, que quizás el discurso lingüístico que estamos acostumbrados a usar para definir el arte, sus obras y sus autores, no sea el mas adeqado. Quizás un beso o una bofetada, nos describirían mejor qué se mueve en nuestro interior al ser espectadores de una obra. Pero es que acaso un beso no pueda darse con mayor o menor arte.


Quizás la vida sea arte, y el arte una declaración de intenciones.

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