Ha sido realmente agradable este encuentro con la escultura. No me esperaba llegar hasta donde he llegado, aunque materialmente no haya hecho gran cosa, la vivencia a nivel personal ha sido realmente enriquecedora.
A pesar de que la escultura a sido una parte del arte que nunca me ha suscitado una inquietud “para el hacer” del mismo modo que lo haya podido ser la pintura o el grabado, he procurado darme tiempo para considerarla siempre que se me ha presentado la ocasión. He tenido la suerte de poder viajar y ver “en directo” obras de los mejores maestros: Fidias, Mirón, Michelangelo, Bernini… Rodin, Giacometti, Brancusi, Chillida… y no sé; la sensación de desconocimiento a sido bastante desagradable, ya que en esos momentos era cuando me volvía consciente de mi desinterés y falta de sensibilidad ante la escultura; cosa realmente triste. ¿Se puede tener una vivencia artística completa a pesar de ello? Es la pregunta que me hago siempre que me hallo en tales circunstancias; cosa realmente triste.
Considero bastante posible el no retomar el modelado en el sentido en el que lo hemos ido trabajando durante estas clases, pero estas me han ayudado a abrirme ante ello; a sentir algo que, tal vez, logre acabe en una respuesta satisfactoria para mi incesante ruego sobre la escultura.
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