Levantar la materia + Sentimiento de la escultura

Las circunstancias son fuertes condicionantes.
Partiendo de que me incorporé a clase cuando sólo quedaba un mes y poco más para acabar el curso, puedo decir que la “relación” que tuve con mi escultura no ha sido lo suficiente satisfactoria. Querer, creer y poder son los tres verbos necesarios para poder disfrutar modelando. Sentí la necesidad de canalizar en esta forma de creación lo que llevaba dentro, pero no fue así, ya que simplemente partía del factor tiempo, acabar precipitadamente para, sinceramente, aprobar la asignatura. En el momento que estaba realizando la escultura era genial pero cuantas más clases pasaban más angustia sentía por no llegar a lo mínimo.
Es una conclusión breve y poco enriquecedora, pero no puedo escribir unas frases bonitas porque no las siento.
Solo con decir que hasta la última clase con la modelo no me paré a observar la escultura ya hay más que suficiente…
A pesar de todo, me ha servido para refrescar algo que probé hace unos años y por lo menos lo intenté!!