sábado, mayo 26, 2007

ELLA...




Fue la noche pasada. Llevaba tanto tiempo mirándola y acariciándola en las columnas del jardín, que acabó entendiéndolo. Yo estaba ya acostado. al principio se la veía envuelta en sus blancas sabanas en el horizonte. Luego empezó a subir, cada vez más ligera y veloz. Conforme subía iba haciéndose más clara. Se acabó convirtiendo en una especie de lago en medio de aquella noche cuajada de temblorosas estrellas. llegó entonces con aquel calor, suave ligera y desnuda. traspasó el umbral de la habitación y con su firme lentitud se acercó hasta mi cama, se introdujo en ella y me inundó con sus sonrisas y su fulgor.




Nos quedan los que hemos amado, los que no hemos amado y nos han amdo. Por eso aquella noche yo quise la Luna.




hos preguntareis porque hos conté esta historia...


A propósito de una noche sin luz.

1 comentario:

José Antonio Doble dijo...

El desnudo femenino es probablemente una de las cosas mas bonitas que existen. La suavidad de las lineas de una cadera. Las curvas de un vientre...
Szekessy también lo pensaba, seguro.