La exposición de escultura de Yeva Goldfarb en el Centre de Pràctica Artística de Sant Lluc me gustó mucho. Me hizo darme cuenta de las posibilidades expresivas infinitamente libres que encierra la figuración. Haciéndose valer casi exclusivamnente de la figura humana (si bien a veces añade máscaras o formas animalescas que dirigen más la lectura de la obra) la artista es capaz de mostrar con la postura del modelo o los elementos de belleza estrictamente lineales o de textura una gran escala cromática de sensaciones -asfixia, soledad, vigor, etc.
También me impresionó la habilidad técnica de la artista, puesto que algunas de las esculturas parecía casi un milagro que lograran sostenerse en pie.
Por otro lado, me gustó mucho también la oportunidad de conocer este centro artístico, cuya existencia ignoraba, y la posibilidad de utilizarlo alguna vez como complemento a mi formación en bellas artes.
[Imagen amablemente cedida por algún compañero de clase]
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