Intentar dar alguna explicación conceptual sobre los significados del arte y la creación es perderse en elucubraciones filosóficas, útiles en muy pocos casos. Diciendo tales cosas no me gustaría menospreciar el trabajo de aquellos que son verdaderos pensadores, pero el límite se vislumbra en el momento en el que los conceptos se apoderan de la realidad, llegando incluso a negarla.
Objetivamente (aunque no sé si todos estaríamos de acuerdo), en el significado literal de la palabra crear es producir algo de la nada; pues bien, a partir de ahí pocos seran los que nieguen que todos somos creadores. La dificultad estriba en si todos somos artistas de la creación o simples hacedores de la vida diaria; y es en esta encrucijada cuando tiene que abandonarse toda explicación. El arte, en su diversidad de formas y contextos, aparece "donde el lenguaje ya no es suficiente, [...] donde se ha acabado de hablar" (Gao Xingjian); y es que, para aquellos de verdadera vocación artística, no hace falta más que decirles: que tus obras confirmen tu misión.
Cennino Cennini añadiría que "tú, que con ánimo noble eres amante del arte, adórnate antes con los siguientes atributos: amor, temor, obediencia y perseverancia; y lo antes posible ponte en manos de un maestro para aprender y sepárate de él lo más tarde posible".
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