Según el Génesis, Dios creó al hombre a su imagen y semejanza para que fuera feliz en la tierra, Dios creo al hombre por amor, y todo lo creado era expresión de este amor de Dios por el hombre.
Lejos de extraer ideologías religiosas de estas frases que pueden extraerse de este libro sagrado para el cristianismo, me gustaría centrarme en el significado de creación que arrastran. La obra es fruto de inspiración personal y nos representa a nosotros, ya que nos vemos influenciados por todo lo que se relaciona con uno mismo, instintivamente dotamos a nuestra creación de elementos, formas sutiles y contrastes que delatan nuestra propia identidad. Inevitablemente nuestras expresiones personales, mientras crean la obra actúan sobre ella a modo de interpretación de nosotros mismos, queramos o no nuestras creaciones siempre tendrán algo nuestro y que nos une a ellas desde el principio.
Es un sentimiento que solo puedes contemplar cuando empiezas a crear, el ser humano que crea, no crea algo totalmente nuevo sino una prolongación de él mismo, todo aquello que conlleva la acción de crear no se separara jamás de su autor por muy lejos o desconocido que sea para los demás.
Una creación es una representación teatral, una historia, un retrato de su creador.
Como se puede leer en le texto de “El sentimiento de la pintura”, la creación es un acto vivo, un acto-naturaleza. Es una acto natural porque es expresión del ser humano, y es vivo porque nunca acabamos de crear indistintamente del sentimiento que pongamos en nuestra ceración, el ser humano es una maquina inagotable de creaciones.
Ahora bien, cuando uno es consciente de que esta creando, crea con un sentimiento, con un objetivo, intentando expresar, a lo que podríamos llamar una obra artística, es entonces cuando la creación esta más unida a nosotros, cada vez que apretamos el barro dejamos la huella de nuestra mano, cada vez que damos una pincelada dejamos gestos personales, es entonces cuando la creación muestra su esplendor y no solo el suyo, sino el esplendor de su propio autor.
No importa el resultado final de una obra, el proceso es lo que une la creación con el autor, y es así como inevitablemente podemos afirmar que las frases del Génesis no son más que adornar con personajes e historias el concepto mas personal de la creación.
Lejos de extraer ideologías religiosas de estas frases que pueden extraerse de este libro sagrado para el cristianismo, me gustaría centrarme en el significado de creación que arrastran. La obra es fruto de inspiración personal y nos representa a nosotros, ya que nos vemos influenciados por todo lo que se relaciona con uno mismo, instintivamente dotamos a nuestra creación de elementos, formas sutiles y contrastes que delatan nuestra propia identidad. Inevitablemente nuestras expresiones personales, mientras crean la obra actúan sobre ella a modo de interpretación de nosotros mismos, queramos o no nuestras creaciones siempre tendrán algo nuestro y que nos une a ellas desde el principio.
Es un sentimiento que solo puedes contemplar cuando empiezas a crear, el ser humano que crea, no crea algo totalmente nuevo sino una prolongación de él mismo, todo aquello que conlleva la acción de crear no se separara jamás de su autor por muy lejos o desconocido que sea para los demás.
Una creación es una representación teatral, una historia, un retrato de su creador.
Como se puede leer en le texto de “El sentimiento de la pintura”, la creación es un acto vivo, un acto-naturaleza. Es una acto natural porque es expresión del ser humano, y es vivo porque nunca acabamos de crear indistintamente del sentimiento que pongamos en nuestra ceración, el ser humano es una maquina inagotable de creaciones.
Ahora bien, cuando uno es consciente de que esta creando, crea con un sentimiento, con un objetivo, intentando expresar, a lo que podríamos llamar una obra artística, es entonces cuando la creación esta más unida a nosotros, cada vez que apretamos el barro dejamos la huella de nuestra mano, cada vez que damos una pincelada dejamos gestos personales, es entonces cuando la creación muestra su esplendor y no solo el suyo, sino el esplendor de su propio autor.
No importa el resultado final de una obra, el proceso es lo que une la creación con el autor, y es así como inevitablemente podemos afirmar que las frases del Génesis no son más que adornar con personajes e historias el concepto mas personal de la creación.
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