Me han gustado mucho las esculturas de Yeya Goldfarb, como trabaja los volúmenes de la figura humana exagerando no al azar unas partes para darle expresividad a las piezas, exagerando también las posturas, de recogimiento sobre sí mismas, erguidas y estilizadas, con expresiones y rasgos faciales que dan más fuerza a la estructura de la pieza,y creando finalmente una atmósfera propia.
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