jueves, mayo 28, 2009

Reflexión sobre el proceso de modelado


Mediante el modelado tomamos conciencia de la materia y de la forma de una forma práctica y paciente. Las formas van surgiendo poco a poco, vamos creando un dibujo en el espacio a medida que adaptamos la mirada.

El hecho de amasar el barro y comenzar a dar forma partiendo de cero, nos liga completamente a la figura que pretendemos modelar, así como a la materia en cuestión, a la tierra. Este proceso de creación requiere un gran esfuerzo mental, una intención de adaptar y plasmar la visión (casi siempre influenciada o estereotipada) de una forma objetiva.

En primer término, la visualización. Una proyección mental del modelo, en este caso reducida a escala, intuyendo la estructura principal y las proporciones básicas. Después de esto, sigue el perfeccionamiento. Consequir plasmar las línias básicas de las formas de un cuerpo, los distintos planos entrelazados por curvas orgánicas. (Esta ha sido para mi una de las partes mas difíciles.)
Finalmente, el acabado. La capa exterior que conformará el tipo de figura realizada. Tanto si la superficie es rugosa o extremadamente lisa, si las formas y proporciones esenciales son correctas o coherentes, la pieza creada adquiere ese "algo" que la hace especial. Cada pieza es única, subjetiva, puesto que las manos de cada uno son únicas, así como la forma de mirar, interpretar, y crear.

Modelar es para mi una manera de acercarse a la materia, un contacto íntimo con las formas. Un ejercicio de visualización y de concentración para poder crear.




Adrian Galindo

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