Marc Tanguy, artista y profesor de dibujo y pintura de la Escula ArtDecó de Paris, inició la clase magistral con un título que a algunos sorprendió: Mi punto de vista sobre la pintura figurativa contemporánea, y añadió reafirmando lo dicho, que absolutamente toda la pintura es figurativa.
Su discurso iba acompañado de diapositivas de obras de distintos autores, que por distintas que fueran, todas se incluían en su visión figurativa de la pintura, desde un Klee, a una obra de Peter Doig, Alex Kahefsy… por distintas que pudieran parecernos, ninguna escapaba de su discurso, todas surgían de la realidad, todas se nutrían de esta.
Y es que, nos contaba que tenemos una relación natural con la forma, que es siempre interpretada por el espectador, por su espíritu, y de esta manera, es como funciona el lenguaje artístico. También afirma, que una buena pintura es aquella que nos da el sentimiento de la representación, mientras que una mala obra, nos da la representación. Creo que este punto, es muy interesante, aunque dudo que se pueda dividir entre buenas y malas obras, basándose solo en este criterio, aunque sea ciertamente importante. Sin embargo, consciente o inconscientemente todos interpretamos, aunque sólo pretendamos representar, siempre interpretamos y cómo él nos dice, lo importante no es la representación de las formas, sino la calidad de la interpretación de esas formas.
Tanguy nos plantea también, que actualmente estamos invadidos, bombardeados por infinitas imágenes constantemente, mientras que la pintura permanece, y aunque se oponga a los medios contemporáneos, utiliza en cambio, imágenes que provienen de todas partes. Él mismo, por ejemplo, trabaja con imágenes que encuentra por internet, imágenes automatizadas tomadas por web-cam, de paisajes en distintos momentos del día.
El establece la pintura, como un diálogo, como algo muy personal y muy íntimo.
Su discurso iba acompañado de diapositivas de obras de distintos autores, que por distintas que fueran, todas se incluían en su visión figurativa de la pintura, desde un Klee, a una obra de Peter Doig, Alex Kahefsy… por distintas que pudieran parecernos, ninguna escapaba de su discurso, todas surgían de la realidad, todas se nutrían de esta.
Y es que, nos contaba que tenemos una relación natural con la forma, que es siempre interpretada por el espectador, por su espíritu, y de esta manera, es como funciona el lenguaje artístico. También afirma, que una buena pintura es aquella que nos da el sentimiento de la representación, mientras que una mala obra, nos da la representación. Creo que este punto, es muy interesante, aunque dudo que se pueda dividir entre buenas y malas obras, basándose solo en este criterio, aunque sea ciertamente importante. Sin embargo, consciente o inconscientemente todos interpretamos, aunque sólo pretendamos representar, siempre interpretamos y cómo él nos dice, lo importante no es la representación de las formas, sino la calidad de la interpretación de esas formas.
Tanguy nos plantea también, que actualmente estamos invadidos, bombardeados por infinitas imágenes constantemente, mientras que la pintura permanece, y aunque se oponga a los medios contemporáneos, utiliza en cambio, imágenes que provienen de todas partes. Él mismo, por ejemplo, trabaja con imágenes que encuentra por internet, imágenes automatizadas tomadas por web-cam, de paisajes en distintos momentos del día.
El establece la pintura, como un diálogo, como algo muy personal y muy íntimo.
Marc Tanguy
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