martes, junio 02, 2009

Libroescultura Tiempo y Materia


Un libro en sí, su forma y composición, páginas, texto e imágenes, ya tiene su riqueza escultórica; es una escultura interactiva, móvil y con contenido. Cuenta historias de vidas imaginadas o reales

En este caso el libro es de un artista italiano, contiene su obra, una recopilación fragmentada de su vida, sus sentimientos, sus miedos e inquietudes, gracias y desgracias.

Esta vida, como la de todos, está dividida en dos polos opuestos (el yin y el yang, el blanco y el negro, luz y oscuridad,...)


El yin y yang es un concepto fundamentado en la dualidad de todo lo existente en el universo según la filosofía oriental, en la que surge. Describe las dos fuerzas fundamentales aparentemente opuestas y complementarias, que se encuentran en todas las cosas. En todo se sigue este patrón: luz/oscuridad, sonido/silencio, calor/frio, movimiento/quietud, vida/muerte, mente/cuerpo, masculino/femenino... El yin es el principio femenino, la tierra, la oscuridad, la pasividad y la absorción. El yang es el principio masculino, el cielo, la luz, la actividad y la penetración.

Según esta idea, cada ser, objeto o pensamiento posee un complemento del que depende para su existencia y que a su vez existe dentro de él mismo. De esto se deduce que nada existe en estado puro ni tampoco en absoluta quietud, sino en una continua transformación. Además, cualquier idea puede ser vista como su contraria si se la mira desde otro punto de vista. En este sentido, la categorización sólo lo sería por conveniencia. Asimismo, la teoría podría aplicarse a todo tipo de dualidades.
Así se manifiesta en la escultura en dos mitades. Una negra y la otra blanca.
La línea que las separa no es recta, sino sinuosa, representando el equilibrio dinámico entre los dos conceptos y su continua transformación.

La una, sumergida en productos artificiales y contaminantes producidos por el hombre: lejía, ácidos, y lo más presente y notable, aceite de coche usado.
La otra mitad, introducida en la tierra y regada por la lluvia, limpia y clara.
El hombre tal y como es, necesitado de productos artificiales, también requiere de lo natural.

Son las dos partes absolutas de un todo, el cual no se entiende el uno sin el otro en nuestra sociedad humana.

Su título, tiempo y materia, revela el mecanismo de confección de esta escultura, la cual se ha realizado tan sólo con estos dos elementos, además son dos conceptos también contrapuestos, tangible la materia, intangible el tiempo.

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