jueves, marzo 29, 2007

Todo, menos indiferencia



Todo tipo de ideas se me cruzaron por la cabeza al ver a estas figuras con vida propia, una vida más allá de la otorgada por su creador o por el propio espectador.

Sensación de ser invitada a un mundo en el cual yo estaba menos viva que aquellos personajes que aguardaban en la sala de exposiciones. Aguardaban en silencio, esperando la llegada de sus visitantes, aquellos seres de carne y hueso que les dedicaban atención, los miraban de arriba abajo, pensando cual sería el secreto de aquellas almas de cartón.

Sensación de impacto por otro lado, a causa de la atracción que sentía la gente a la hora de pasar por la puerta de la galería, y sin pensarlo entraban como abducidos por aquellas extrañas figuras.

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