lunes, marzo 05, 2007

Piel de tierra



Recuerdo cómo empezó todo. Compré una pastilla de barro sin saber que al levantarla eso pesaría tanto, a duras penas pude llegar al aula y encontrar un sitio para mi. Cogí la pastilla, la partí, la dividí, la corté, bueno lo intenté. La modelo se colocó y yo, con mi trozo en el caballete, no sabía cómo empezar. Yo hice lo que pude. Y algo pude. A la cuarta la cosa iva mejor, pero mi espalda ya no daba de si. Pero el cansancio es mínimo cuando descubres que eso a lo que llamas pastilla, que partes, divides, cortas y moldeas se convierte en vida.

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