La observación de cuanto nos rodea hace que podamos ver una gran variedad de formas, de líneas, de matices y apariencias. La multiplicad se nos muestra por doquier. Es entonces cuando la forma deja de ser forma, se diluye, se ilumina y gira, desaparece, se hace ligera, dúctil, etérea. Liberada de su aparente estatismo somos capaces de percibirla, al unísono, como parte y totalidad. Interior y exterior dejan de ser conceptos opuestos. La forma vuelve a ser forma pero nuestra mirada es ahora más profunda, más abarcante.
jueves, mayo 10, 2007
CALEIDOSCOPIO
La observación de cuanto nos rodea hace que podamos ver una gran variedad de formas, de líneas, de matices y apariencias. La multiplicad se nos muestra por doquier. Es entonces cuando la forma deja de ser forma, se diluye, se ilumina y gira, desaparece, se hace ligera, dúctil, etérea. Liberada de su aparente estatismo somos capaces de percibirla, al unísono, como parte y totalidad. Interior y exterior dejan de ser conceptos opuestos. La forma vuelve a ser forma pero nuestra mirada es ahora más profunda, más abarcante.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
¡Mágnificas imagenes!
Publicar un comentario