Personalmente me fascina el hecho de ver que realmente puede existir personas que vivan del arte y lo que es más; de el arte en el que creen.
Dessislava hizo encargos pero a pesar de ello se enfrontó de forma personal, como un ejercicio más en su búsqueda artística. Lo cual provocó rechazo y el tener que vender su obra más barata. Por otro lado no se arrepiente de nada de lo que ha hecho.
El facto que Dessislava hiciera hincapié en ser fieles a nuestra obra deja entrever dos posibilidades: el papel del artista individualista que trabaja para sus inquietudes artísticas personales; frente al artista “mercenario” que antepone las peticiones del cliente para lograr un resultado que agrade a éste.
Es decir, trabajar para nosotros o para los demás.
Respecto a
(Imagen de: http://sghg.bg/)
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